Vista del Cerro Andrinal desde el Arroyo de Quijorna.
Aquellos que moran, tanto
científicos como profanos, entre las bellezas y misterios de la tierra nunca
están solos o hastiados de la vida. Cualquiera que sean las contrariedades o
preocupaciones de sus vidas, sus pensamientos pueden encontrar el camino que
lleve a la alegría interior y un renovado entusiasmo por vivir (…) Hay una
belleza tan simbólica como real en la migración de las aves, en el flujo y
reflujo de la marea, en los repliegues de la yema preparada para la primavera.
Hay algo infinitamente reparador en los reiterados estribillos de la
naturaleza, la garantía de que el amanecer viene tras la noche, y la primavera
tras el invierno.
Rachel
Carson. “El sentido del asombro”.
Este Abril frío y lluvioso no ha podido
detener el firme avance de la primavera que ha pintado los campos de verde y nos ha regalado unos arroyos
caudalosos y llenos de vida. Aprovechemos la ocasión para pasear por sus márgenes, descubrir
qué se mueve entre los arbustos y sobre todo escuchar. Escuchar y disfrutar de
la banda sonora de la primavera. Escuchar los trinos del Mirlo, del Ruiseñor,
del Zarcero y de tantos otros. Y aunque siempre me admiran aquellos que son capaces
de distinguir cada ave sólo por su canto, no es necesario llegar a tanto para disfrutar del paisaje sonoro de nuestros campos.
A finales de Abril los migrantes estivales
ya están entre nosotros, y si en la entrada del mes pasado despedíamos al
Alcaudón Real hasta el próximo otoño, el Alcaudón Común ya otea los campos desde
lo más alto del majuelo.
Alcaudón Común (Lanius Senator).
Los Abejarucos también han llegado
puntuales a su cita y ya sobrevuelan sotos y alamedas. Oiremos su canto antes
de verlos y rara vez veremos uno solo. Gustan de moverse en pequeños grupos, en su constante ir y venir del aire al posadero. Pocos pájaros más bonitos pueden
encontrarse en nuestra comarca si es que hay alguno.
Abejaruco Europeo (Merops Apiaster).
El Milano Negro es otra ave estival ligada a
los curso fluviales y en las arboledas que escoltan ríos y arroyos es donde
será más fácil localizarle y donde suelen elegir grandes chopos, álamos o fresnos
para construir sus nidos. El año pasado pude localizar uno de esos nidos en el
que consiguieron sacar adelante al menos dos crías a las que pude ver volar
por los alrededores una vez abandonaron el nido. Como en la naturaleza nada se desaprovecha el viejo nido, casi destruido por los rigores del invierno, ha
sido ocupado este año por una familia de Gorriones Morunos.
Milano Negro (Milvus Migrans).
Sobre el tocón
del viejo chopo quizás descuajado por un torbellino o tronchado por el soplo de las sierras blancas, como el olmo seco del poema de Machado, uno de nuestros milanos negros soportaba estoicamente el chaparrón.
Milano Negro (Milvus Migrans).
Cuando la lluvia cesa, con el plumaje completamente empapado, los grandes voladores extienden sus alas para que el sol y el viento seque lo antes posible sus
plumas de vuelo.
Milanos Negros. (Milvus Migrans).
Este mes el sector de la construcción de nidos funciona a pleno rendimiento. Picos y garras acarrean ramitas, hojas,
pelusas y plumas para armar y revestir el futuro hogar de los pollitos. Las Grajillas recogen y transportan todo lo que encuentran por la Dehesa
Boyal hasta sus nidos en el primillar. Parece que cada año hay más nidos
ocupados por Grajillas y menos por Primillas, esperemos que pueda revertirse esta
tendencia y que el primillar siga haciendo honor a su nombre.
Grajilla Europea (Corvus Monedula)
Grajilla Europea (Corvus Monedula).
Grajilla Europea (Corvus Monedula)
Pero en la primavera, también hay que dejar algo de tiempo para el
amor.
Una mañana temprano en la alameda, tan temprano
que todavía no habían salido los perros más madrugadores a pasear a sus dueños, un
repetitivo pu-pu-pu, pu-pu-pu, resonaba entre los primeros trinos de los Verdecillos.
Esta vez sí...reconozco al ave que así reclama antes de verla
Busco al cantante entre las ramas y al fin
lo localizo. Se trata de un macho de Abubilla bien dotado (de pico, por supuesto) que finaliza
bruscamente el repetitivo soniquete y tras un corto vuelo se posa a escasa
distancia de una hembra. La moza, como ocurre a menudo en estos casos, se hace la distraída y finge mirar para otro lado. Pero nuestro galán no se desanima y avanza
lentamente por la rama hasta llegar a frotar ligeramente el pico de la hembra e
introducir un frugal desayuno en su garganta (cómo consiguió hacerlo sin
atravesarle el gaznate con el pico es otro de esos misterios insondables de la naturaleza). Sea
como fuere, el presente debió de ser del agrado de la dama, lo digo por lo
que pasó después…
Abubilla (Upupa Epops).
Abubilla (Upupa Epops).
Abubilla (Upupa Epops).
Las Águilas Imperiales por su parte ya
hace mucho que empezaron el período reproductor y han seguido mostrando durante
este mes, un marcado comportamiento territorial ante la presencia de cualquier
intruso.
Águila Imperial Ibérica (Aquila Adalberti).
Esa territorialidad exacerbada de las parejas
adultas hace más difícil la vida de los ejemplares jóvenes, que tienen que
buscarse la vida sin disponer de un territorio propio. Durante los meses de
marzo y abril se han movido por los alrededores de nuestro pueblo dos jóvenes
águilas divagantes que lo han podido comprobar en sus propias plumas. Se trata de un
ejemplar con plumaje pajizo (probablemente de 2º año) y otro con plumaje damero
claro (que, aunque no soy un experto, me atrevería a decir -por la distribución de
las plumas oscuras y la permanencia de la ventana alar de las primarias- que se
trata de un ejemplar de 3º año). A estas dos águilas aún les falta mucho para
adquirir el oscuro plumaje definitivo de los adultos, lo que no ocurrirá hasta su 5º ó 6º
año de vida.
Estos dos jovencitos funcionan casi como una
pareja, los he visto generalmente volando juntos y a menudo soportando el acoso
de las águilas adultas y de otras rapaces menores como el Busardo Ratonero o el
Aguilucho Lagunero que también defienden sus territorios de cría. Es muy
posible que la cooperación de esta dos jóvenes águilas facilite su
supervivencia y así las he visto compartiendo un conejo y defendiendo la presa
cuando un Milano Real intentó arrebatársela.
Águila Imperial Ibérica (Aquila Adalberti).
Persecución de Milano Real a Águila Imperial con conejo en las garras.
Y este mes he tenido la fortuna de volver a encontrarme
con el “Gran Duque”. Muy probablemente se trate del mismo ejemplar que fotografié el pasado mes de Febrero ya que lo
localicé casi en el mismo lugar. En
esta ocasión, aunque estaba bastante lejos, no estaba tan oculto entre las
ramas por lo que pude conseguir una foto algo mejor. Permaneció impasible en la rama, mirándome sólo de vez en cuando para comprobar que me mantenía a distancia prudencial.
Búho Real (Bubo Bubo).
También
se dejaron fotografiar una coqueta hembra de Curruca Capirotada, un Ruiseñor
que cantaba en una rama con su anaranjada cola desplegada en abanico y el casi siempre difícil de ver, Carricero Común.
Curruca Capirotada hembra. (Sylvia Atricapilla).
Ruiseñor Común (Luscinia Megarhynchos).
Carricero Común (Acrocephalus Scirpaceus).
Y no me olvido de la Collalba Rubia, un
precioso pajarillo que, aunque no es muy frecuente en la zona, todos los años
algún ejemplar se deja caer por aquí.
Collalba Rubia. (Oenanthe Hispanica)
Y este mes voy a estrenar una nueva sección en blog que esperemos no se haga habitual: la sección necrológica. Hoy recordaremos a nuestra compañera, la
pequeña Cogujada Común. Tuvo la mala fortuna de ser atropellada
por un vehículo en la carretera de Navalagamella, aún con vida cuando la recogí en el arcén,
murió en mis manos a los pocos minutos. Descanse en paz.
Cogujada Común (Galerida Cristata).
Cogujada Común (Galerida Cristata).
Cogujada Común (Galerida Cristata),
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